Sexología en Zaragoza

El buen sexo no es algo que te sucede, sino algo que tú haces que te suceda

¿QUÉ ES LA SEXUALIDAD?

 

La sexualidad se refiere a las distintas maneras en que experimentamos y nos expresamos como seres sexuales. El conocimiento de nosotros mismos como hombres o mujeres forma parte de nuestra sexualidad, como lo es la capacidad que tenemos para las experiencias y respuestas eróticas. Nuestra sexualidad es una parte esencial de nosotros mismos, nos comprometamos o no en una relación sexual o en una fantasía sexual.

Cada persona vive su sexualidad de manera distinta, y esa vivencia no es estable, sino que está en continua evolución. Al hablar de sexualidad es difícil hablar de lo normal y de lo anormal ya que el terreno de la sexualidad es el terreno de lo peculiar. En definitiva, de las sexualidades, en plural.

Y la erótica es la forma concreta en que se expresa la sexualidad, lo que somos y lo que vivimos, y tiene múltiples y variadas formas. Cada persona tiene su propia erótica, en la que entran en juego muchos factores como los propios valores y creencias, la forma de pensar y de entender las relaciones eróticas y las relaciones de pareja, los sentimientos y la importancia que se den a los mismos, además de todo aquello que para cada persona sea importante.

Son expresiones de la erótica las caricias, el abrazarse, el coger de la mano, el coito, las fantasías, etc.

 

 

¿CUÁNDO IR AL SEXÓLOGO?

 

Se puede acudir al sexólogo, de manera individual o en pareja, por diversos motivos:

 -Cuando uno no es feliz con la manera de expresar su sexualidad, porque a veces aparecen incoherencias entre lo que uno piensa y lo que hace, dudas acerca de qué se debe hacer o sentir, o malestar por las vivencias sexuales. La sexualidad es subjetiva y la erótica también y aunque se pueden describir conductas y deseos, lo realmente importante no está en lo que se hace, sino en cómo se vive.

Por eso cuando la vivencia de lo vivido es negativa, conviene ir al sexólogo.

 -Cuando exista insatisfacción sexual, bien sea a nivel individual o en pareja, por la vivencia de tener sentimientos de pudor, vergüenza, miedos; por las diferencias en la gestión del deseo erótico en pareja, por dificultades a la hora de encontrar fuentes de estimulación que resulten eróticas, por problemas en la relación de pareja, etc.

 -Cuando existen problemas sexuales (las denominadas disfunciones sexuales) en el hombre (disfunción eréctil, eyaculación precoz, eyaculación retardada), en la mujer (anorgasmia, vaginismo), o problemas comunes a ambos sexos (falta de deseo sexual, dolor en las relaciones sexuales), o problemas conjuntos en el hombre y en la mujer (ejemplo: bajo deseo sexual en el hombre y vaginismo en la mujer).

 -Cuando se desee mejorar el crecimiento erótico, aprendiendo a conocerse, aceptarse y a vivir y expresar su sexualidad de forma satisfactoria.

 -Cuando exista malestar o dudas respecto a la orientación del deseo sexual, que es la dirección que toma la necesidad de satisfacción sexual, ya sea a través de gestos o anhelos y generalmente se presenta en la misma dirección que la necesidad de vinculación afectiva.

 La clave para ir al sexólogo es la vivencia de malestar, preocupación o insatisfacción.

 

CAUSAS DE LOS PROBLEMAS SEXUALES:

 

Aunque las causas primordiales de los problemas sexuales son las psicológicas, puede haber también causas físicas y situacionales:

 

Causas físicas:

 

Tener una enfermedad (diabetes, esclerosis múltiple, alteraciones de la tiroides, problemas cardíacos, problemas ginecológicos, problemas urológicos, etc.) o las secuelas de una intervención quirúrgica, los tratamientos de radioterapia y quimioterapia, la ingesta de determinados medicamentos (ejemplo, antidepresivos) o el consumo de sustancias como el alcohol puede afectar a la vida sexual de la persona.

Muchas de estas causas influyen directamente al alterar el funcionamiento sexual, como ocurre, por ejemplo con la diabetes o con infecciones vaginales como la candidiasis. Otras veces, el efecto de estos factores es indirecto al influir en el estado de ánimo y hacer que la persona se sienta menos interesada en el sexo.

 

Causas psicológicas:

 

 -Vivencias ocurridas en etapas tempranas de la vida pueden crear cierta vulnerabilidad al desarrollo de problemas sexuales, como experiencias sexuales tempranas (ejemplo abuso sexual), haber recibido mensajes negativos acerca de la sexualidad, un clima familiar carente de afecto o con una relación conflictiva entre los padres o una información sexual inadecuada o incorrecta.

 -Experiencias asociadas con la aparición del problema como puede ser el nacimiento de un hijo, situaciones de estrés y fatiga, problemas psicológicos como ansiedaddepresiónobsesionesadicciones y otros; problemas de autoestima que afectan a la imagen corporal, inicio de la menopausia; celos, infidelidadmonotonía en la relación y otros problemas en la relación de pareja.

 -Situaciones que mantienen el problema sexual como ansiedad, culpabilidad, preocupación por el rendimiento, preocupación por “lo que debería ser” o “lo que me debería apetecer”, anticipación de fracaso (ejemplo “sé que no tendré erección/orgasmo”), exigencia propia o de la pareja, rumia acerca del problema (“¿por qué me pasa?, “no es normal”, “no puedo seguir así”), juego erótico empobrecido, estimulación inadecuada, discusiones en pareja por los problemas sexuales.

 

Causas situacionales:

 

Son condiciones que influyen en la sexualidad, al activar reacciones psicológicas asociadas a los problemas sexuales, como por ejemplo, la pérdida de empleo, la muerte de un familiar, un aborto, etc.

Las dificultades y conflictos de pareja son otra de las causas más frecuentes de problemas sexuales, sobre todo en la mujer: si la pareja está atravesando momentos conflictivos, con sentimientos de hostilidad y resentimiento hacia el otro, la vida sexual puede salir perjudicada.

 

En Psicólogos Sexólogos Zaragoza realizamos asesoramiento y terapia sexual, de forma individual y en pareja, aunque si se tiene pareja recomiendo abordar el problema o los problemas sexuales de forma conjunta.

Se utilizan las técnicas propias de la terapia sexual tanto para abordar los problemas sexuales como mejorar el crecimiento erótico y se incorporan otras más novedosas de las terapias de tercera generación como la terapia de aceptación y compromiso (ACT) aplicadas a los problemas sexuales y Mindfulness Sex.

También se utilizan técnicas psicológicas y de la terapia de pareja, cuando se considere necesario.

                            

Estos son los problemas y áreas que abordamos en terapia sexual:

  • Eyaculación precoz.
  • Disfunción eréctil o problemas de erección.
  • Vaginismo (contracción involuntaria de los músculos vaginales).
  • Falta de deseo sexual o bajo deseo sexual.
  • Adicción sexual.
  • -Eyaculación retardada y aneyaculación (imposibilidad de eyacular).
  • -Anorgasmia (ausencia de orgasmo en la mujer).
  • -Dolor en el coito o dispareunia.
  • -Aversión al sexo.
  • -Problemas sexuales asociados a distintas etapas de la vida (postparto y crianza, menopausia, tercera edad).
  • -Parafilias (fetichismo, sadomasoquismo, exhibicionismo, pedofilia).
  • Problemas sexuales asociados al diagnóstico de enfermedades y sus tratamientos (enfermedades cardíacas, cáncer, fibromialgia…).
  • -Crecimiento erótico (Técnicas para aumentar la satisfacción sexual, mente erótica, autoconocimiento).
  • -Mindfulness Sex (Atención plena en la relación sexual).

 

Sólo tú puedes lograr que tu vida sexual sea como tú quieres, ¿Qué piensas o haces para conseguirlo?

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