NECESITO LA APROBACIÓN DE LOS DEMÁS
Como decía Aristóteles «el hombre es un ser social por naturaleza» ya que necesitamos de los otros para sobrevivir. Dependemos de los demás para satisfacer nuestras necesidades, tanto las necesidades relacionadas con la supervivencia como las requeridas para desarrollar nuestras potencialidades y capacidades.
Sin embargo, a pesar de nuestra dimensión social, también somos personas con distintas visiones de la realidad y diferentes intereses y necesidades, que muchas veces entran en conflicto con las ideas e intereses de los otros.
Y en esa interacción con los demás se puede vincular la autoestima a la aprobación de los demás, haciendo depender la propia autoestima de la opinión de los demás.
A veces, es tan excesivo el temor al rechazo por parte de los demás, que se evita el contacto con los demás o se soporta con gran ansiedad, lo que refuerza el miedo al rechazo y se percibe rechazo de los demás donde no lo hay o se exagera su importancia.
Cuando la autoestima depende de la aprobación de los demás
Vincular las relaciones sociales a la propia autoestima hace que las personas solo se acepten cuando son aprobadas por los demás y experimentar ansiedad, depresión o ira al considerar que su valía como persona depende de los que otros piensen de ellas de forma que si alguien les realiza una crítica o rechazan una petición suya, se cuestionan su valía y reaccionan con tanta tristeza, ansiedad o ira como si se tratase de una amenaza vital.
De esta manera, si la autoestima depende de la aprobación de los demás, la persona intentará comportarse como cree que se espera de ella en cada grupo de personas con las que se encuentre y en función de las expectativas que atribuye a cada contexto (con unos amigos se comportará de una manera, con gente nueva de otra forma, en el trabajo será diferente y así con cada grupo de personas con el que se relacione, será como «amoldarse a los demás») y con miedo a no decir algo que pueda generar confrontación o enfado de los demás.
Las consecuencias serán: sentir que los demás no le tienen en cuenta, inseguridad al hablar y al comportarse, sensación de amoldarse a los demás, sentimiento de rechazo o miedo al rechazo, dependencia de los demás…
La autoestima que depende de la aprobación de los demás es lo contrario a la Asertividad (la expresión de sentimientos, opiniones y necesidades, respetando también los derechos de los demás)
En Psicólogos Zaragoza Eva María González es frecuente el trabajo de la autoestima, bien como demanda específica de autoestima y asertividad o bien baja autoestima asociada a otros problemas como la dependencia emocional, adicciones, ansiedad, depresión, ira y problemas de autocontrol.
Ser capaz de amarse a uno mismo y de amar a los demás permite sentirse conectado a las otras personas, sin renunciar a la propia autenticidad.
- Puedes leer otro artículo relacionado Autoestima ¿Te aceptas a ti mismo?
Artículo relacionado publicado en Heraldo Joven:
Contacta con Psicólogos Sexólogos Zaragoza